
"No puede volver a dormir tranquilo
aquél que una vez abrió los ojos..."
*Graffiti de mayo del 68
La mayoría de la gente quiere, para su vida, un trabajo, una carrera, una familia y ser feliz. No piden más.
Yo antes no quería ninguna de esas cosas, en la época en que estaba bastante enojada con el mundo... a eso de los 14 años. Sabía que no quería una vida normal, como la de cualquiera. Yo quería ser alguien especial, hacer algo especial. Pero no tenía idea de cómo.
Y me preguntaba: ¿acaso a nadie le importa lo q pasa con la gente? ¿acaso nadie ve el mundo como lo veo yo? Lleno de injusticia, de gente de mierda, de impunidad... de problemas INSOLUCIONABLES. Lo único que quería era estudiar e irme del país, porque "no valía la pena".
Supongo que pensar así significó para mí "abrir los ojos"... y nunca más pude "volver a dormir tranquila".
Realmente no me acuerdo de cuándo me empecé a interesar por la gente; supongo que desde chiquita, porque me acuerdo que viajaba en subte con mi mamá y lloraba al ver a los chicos pidiendo plata porque no tenían para comer. En mi cabecita no podía concebir que algo así pasara, y que nadie hiciera nada, que los adultos los pasaran por al lado como si fueran perritos.
El tiempo hizo lo suyo y me fui acostumbrando, formando una barrera para que la realidad no doliera. Y eso soy ahora, o al menos voy rumbo a eso.. a convertirme en uno de esos tantos adultos que de chiquita me parecían tan "malos" e "irresponsables".
Pero al mismo tiempo creo que desde que empecé a formar más fuertemente mi identidad, asumí algo así como un compromiso con la sociedad. A partir de los 15 años mas o menos me empecé a dar cuenta de que el mundo no era una mierda y de que no todas las personas eran desechables... Sólo que no es perfecto, y que está en cada uno de nosotros ayudar en cuanto podamos a quienes podamos. Porque nada se soluciona con las quejas y el enojo, y si no creemos que las cosas pueden cambiar, estamos perdidos.
A lo que voy con todo esto es a que, si bien darse cuenta de lo que es la realidad duele, hay gente que prefiere no abrir los ojos y seguir durmiendo tranquila, limitarse a tener su trabajo, su carrera y su familia, vivir felizmente, después morir.. y listo.
Yo prefiero abrir los ojos... sin importar cuánto me cueste dormir después.
aquél que una vez abrió los ojos..."
*Graffiti de mayo del 68
La mayoría de la gente quiere, para su vida, un trabajo, una carrera, una familia y ser feliz. No piden más.
Yo antes no quería ninguna de esas cosas, en la época en que estaba bastante enojada con el mundo... a eso de los 14 años. Sabía que no quería una vida normal, como la de cualquiera. Yo quería ser alguien especial, hacer algo especial. Pero no tenía idea de cómo.
Y me preguntaba: ¿acaso a nadie le importa lo q pasa con la gente? ¿acaso nadie ve el mundo como lo veo yo? Lleno de injusticia, de gente de mierda, de impunidad... de problemas INSOLUCIONABLES. Lo único que quería era estudiar e irme del país, porque "no valía la pena".
Supongo que pensar así significó para mí "abrir los ojos"... y nunca más pude "volver a dormir tranquila".
Realmente no me acuerdo de cuándo me empecé a interesar por la gente; supongo que desde chiquita, porque me acuerdo que viajaba en subte con mi mamá y lloraba al ver a los chicos pidiendo plata porque no tenían para comer. En mi cabecita no podía concebir que algo así pasara, y que nadie hiciera nada, que los adultos los pasaran por al lado como si fueran perritos.
El tiempo hizo lo suyo y me fui acostumbrando, formando una barrera para que la realidad no doliera. Y eso soy ahora, o al menos voy rumbo a eso.. a convertirme en uno de esos tantos adultos que de chiquita me parecían tan "malos" e "irresponsables".
Pero al mismo tiempo creo que desde que empecé a formar más fuertemente mi identidad, asumí algo así como un compromiso con la sociedad. A partir de los 15 años mas o menos me empecé a dar cuenta de que el mundo no era una mierda y de que no todas las personas eran desechables... Sólo que no es perfecto, y que está en cada uno de nosotros ayudar en cuanto podamos a quienes podamos. Porque nada se soluciona con las quejas y el enojo, y si no creemos que las cosas pueden cambiar, estamos perdidos.
A lo que voy con todo esto es a que, si bien darse cuenta de lo que es la realidad duele, hay gente que prefiere no abrir los ojos y seguir durmiendo tranquila, limitarse a tener su trabajo, su carrera y su familia, vivir felizmente, después morir.. y listo.
Yo prefiero abrir los ojos... sin importar cuánto me cueste dormir después.